lunes, 23 de enero de 2012

Los días en que la vida me amaba

En esta tarde silenciosa
en que mi vida se desliza 
hacia otra vida
extraño más que nunca
los días en que la vida me amaba,
en que tu juventud me sonreía,
en los que la noche era corta
y bastaba la oscuridad para verte.
Extraño nuestra risa 
recorriendo la casa 
donde vivían nuestros sueños,
las primeras caricias del sol 
al regresar de la noche
y tus manos anudándose a las mías.
Extraño ese mundo 
que era de los dos:
la calle, el ruido de la ciudad,
el anonimato 
cuando nos abrazábamos 
y soñábamos con otros días 
y otros mundos,
todos los imposibles 
que recorrimos juntos
y el tiempo perdido 
de tu ausencia.
Extraño ese que fui en tus brazos,
ese que ya no soy,
el amado tuyo, tu amor.


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